¿Les
ha pasado que están leyendo, y de pronto se encuentran con una palabra que no
conocen? ¿Han hecho uso del diccionario mientras están leyendo?
Si
su respuesta es afirmativa, bienvenidos al club.
Es
lógico que no conozcamos el significado de ciertas palabras, ya sea porque
vivimos en diferentes zonas geográficas o por que algunas tienen una
connotación diferente, pero nadie está exento de esta labor.
Ahora
se han de estar preguntando, ¿Y eso que tiene que ver con el título de la
entrada?
Es
simple. Una cosa es buscar una o dos palabras cada veinte o treinta páginas,
pero lo que no se vale es que, como escritores, hagamos uso de nuestro
vocabulario más especializado y hagamos sufrir a los lectores con esos términos tan extraños.
¿Qué
por qué no puedo hacer uso de ellas? Si para eso las aprendí.
Bueno,
en primera, porque a ninguna persona le gusta estar interrumpiendo la lectura a
cada rato, para ir a buscar el diccionario; y en segunda, porque el lector se
va a cansar del texto y lo va a dejar.
Si
en verdad queremos que nos lean, necesitamos usar palabras amigables y un
lenguaje simple.
Recuerden
que no se encuentran escribiendo su trabajo de doctorado o un libro sobre
medicina especializada. Estamos hablando de novelas y cuentos que, aunque
pueden llevar uno que otro término complejo, no podemos llenar el texto con
ellos.
¿Son
de los que les gusta un lenguaje complicado?
Cualquier
sugerencia y/o comentario, los invito a usar mis redes sociales o la caja de
comentarios.
Nos
vemos.
Parece que esto es conmigo, y es con el lenguaje policiaco, ellos hablan en clave y para quien no conoce la jerga de ellos, resulta algo engorroso para algunos lectores, y por los regionalismos, yo soy panameña y salgo con panameñadas como vaina, zafarrancho, sambapalenque, faracho, etc. Y algunos no entienden eso. Por cierto; zafarrancho y sambapalenque significan discusion violenta, y faracho, desmayo.
ResponderEliminarYo te entiendo, Alejandra.
ResponderEliminarAl principio me costaba mucho escribir sin tanto término. Sobre todo cuando mis personajes hablaban sobre sus trabajos... Casi siempre caía en esa trampa.
Yo no veo eso en tus historias. Más bien, podría ser que los regionalismos confunden a los lectores.
Aun que, si te soy sincera, yo no les veo problema. Me gusta tu forma de escribir y siento que esas palabras, características de tú país, le dan un toque muy personal al textos.